Sopitas de arroz


 


Leonora se despertó  aquella mañana temprano, tanto que todo estaba en silencio ni su aya se había levantado todavía. Fuera de su aposento todo estaba oscuro, tan solo a lo lejos se veía el resoplando de alguna vela. La niña sintió el viento que se colaba entre los tapices, pensó en volver a su cama donde quien la cuidaba no la había echado todavía de menos. 

Escucho el movimiento de los guardias fuera,  el relincho de un caballo. Ahora o nunca se dijo y corrió hacia las escaleras que bajaban hacia las cocinas. Se escuchaba el trajinar de Alfonsa, que era la primera en levantarse. Espero un par de segundos y recogió el bulto que había dejado el día anterior cerca de la chimenea. La pinche no se dio cuenta de su presencia ni de que salió fuera. Leonora vio brillar algo y se acerco sin apenas hacer ruido. 

Augusto la estaba esperando, se puso el calzado y la ropa de abrigo y se subió sobre su amigo. En un suspiro el dragón salió de allí. La niña cerro los ojos y se aferro a el mientras recordaba como habían llegado hasta allí. 

Una y dos 
sopitas de arroz, 
que vino el lobo 
y se las comió

Esa canción solía cantarle su abuela, era uno de los primeros recuerdos que tenia de su infancia. Un padre ausente y una madre que realmente no sabia que camino tomar. Algo muy actual hasta en aquella edad media. 

Y mientras la niña susurraba la canción, en su mente veía a su abuela  en su lecho quieta, enferma y sin que nadie pudiera ayudarla. Su mente estaba demasiado lejos para poder llegar hasta ella. A Leonora solo se le ocurrió pedir ayuda a Augusto que era mucho mas sabio y antiguo que nadie que conociera. 

- ¿Recuerdas las canción que te cantaba tu abuela?- le pregunto el dragón.

La niña asintió, mientras luchaba por que las lagrimas no asomaran por sus ojos. 

- Es un acertijo a descifrar y si lo haces, encontraras la manera de traer a tu abuela de vuelta.

Y allí estaba en la madrugada, corriendo aventuras para salvar a quien más quería. Augusto comenzó a bajar hasta aterrizar. 

Abrió los ojos, se encontró en un lugar que no conocía, el viento azotaba  y  la niña se abrigo con su capa y se puso la capucha. Miró  donde le señalaba su amigo la entrada de una cueva.

Debía ir sola. Apretando la bolsa que llevaba entro en la cueva, que al contrario de lo que pensaba no estaba a oscuras. Una luz la iluminaba. El frio fue dando paso a una calidez  que cuanto más se internaba mas a gusto se sentía.

- Una y dos... Una.. y dos... sopitas....

Cantaba una voz ronca. Entonces sintió miedo, vio una ogro en la lejanía que movía un caldero sin dejar de cantar.

- ¿Niña que haces ahí? Es de mala educación entrar sin llamar en casa ajena. 

- Perdón, soy Leonora y estoy buscando al lobo... 

- Eso esta mejor, Lobo es mi fiel amigo y aquí estoy haciendo su cena... pero no hay manera de que acuda. ¿Quizá podrías ayudarme?

La niña asintió, se acerco al gran perol que movía la ogra y con su permiso hecho el arroz que había cogido de la cocina de su hogar.

Leonora comenzó a cantar: 
- Una y dos 
sopitas de arroz
que vino el lobo 
y se las comió.

 La ogra comenzó acompañarla y en la lejanía comenzaron a escucharse ruidos que a la pequeña llenaron de miedo. 

- Tranquila niña, es vegetariano no te hará daño. Tan solo es que con este frio se niega a salir de su escondite, a no ser que tenga mucha hambre y lo que guise le guste. Y parece que el olor le ha gustado.

Entonces apareció el lobo en su magnificencia y mansamente puso su mano sobre la pierna de la ogra pidiendo de comer y esta le sirvió un gran cuenco. El animal fue comiendo uno a uno un sinfín de cuencos hasta que se sintió harto, entonces la ogra le ofreció el último a Leonora. eEla le dio las gracias y se alejo. Mientras escuchaba cantar a la cocinera.

Una y dos...
sopitas de arroz..
que toditas el lobo
se las comió 

Todas no, pensó nuestra protagonista mientras se preguntaba  como llevaría aquella sopa sin que se le cayera. Augusto fue de mucha ayuda  el viaje de vuelta fue mas sosegado y tranquilo. Ni una gota se vertió.  Cuando entro en la cocina con un ramo de flores para su abuela nadie le dijo nada ni siquiera su aya. 

Con el cuenco en sus manos comenzó a cantar mientras vertía algunas gotas en los labios de la anciana. Amorosamente y con paciencia hasta que los ojos de su abuela se fueron abriendo. Y regreso. El  primer abraza fue para  la pequeña y dándole las gracias por su coraje y valor. 

Nunca unas sopas de arroz supieron tan bien.


Leonora es una viaje conocida aquí os dejo una de sus aventuras.

Para saber más del reto del Tintero de Oro pincha aquí




 








Comentarios

  1. Hola, Ainhoa, por fin veo dragones en el reto, jeje, me encantan los dragones... Pero es que hay dragones, lobos, ogros y una abuelita y su nieta, al estilo de Caperucita Roja pero del siglo XXI, bueno, del siglo XXI o con los personajes maravillosos de otra época, no sé cuál, lo dejaremos ahí... Me ha gustado mucho y el final me ha parecido de una gran ternura. El acertijo muy acertado con el final.
    Muchas gracias por tu participación en el concurso y mucha suerte.
    Un abrazo. :)

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    1. Hola Merche muchas gracias por tu comentario, cierto que hay un poco de todo. Sin duda hay donde elegir. Que disfrutes de la semana santa. Un abrazo.

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  2. Es un cuento que tiene mucha dulzura, pero además es muy original, porque ni la pequeña es caperucita, ni el lobo es malo, y la abuela sana gracias a un dragón sabio y muy entrañable.
    El acertijo me encantó, le da un toque extraño y surrealista con esas repeticiones, aunque luego se ve que es literal. También la cueva tiene mucho misterio.
    ¡Muy curioso y bonito!
    ¡Suerte y un abrazo!

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    1. Hola Maire, muchas gracias por tu comentario y el cariño. Es cierto que el relato tiene su parte subrealista que le da encanto. Un abrazo.

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  3. Uno y dos, adivina quién soy/ Comparto mis relatos con todos ustedes, pero para verme, tudragón tendrá que cruzar los mares y el Ecuador.
    Que soy Juana, mujer, y me tienen en el anonimato pero tu historia me ha encantado y como ves, me han dado ganas de jugar. Preciosa y digna de concurso. Un abrazo .

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    1. Hola Juana, bonita manera de presentarse y hacer un comentario. Gracias por invitarme a Jugar. Un abrazo.

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  4. Qué bonito, Ainhoa. Un cuento muy dulce con todos los elementos de los relatos clásicos y un final lleno de ternura. Me gusta mucho también el guiño a Ende con el personaje del dragón. Muy buena historia.

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    1. Hola Marta, gracias a ti por pasarte, leerme y apreciar el relato y los guiños. Un abrazo.

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  5. Hola Ainhoa
    Me ha encantado tu cuento, ideal para contárselo a los niños alrededor del fuego. Y esa cantinela que nos va avisando las ideas que lleva la niña para poder hacer revivir a su querida abuela, es de una gran ternura. Un abrazo
    Marlen

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    1. Kaixo Marlen, muchas gracias por pasarte y comentar. La ternura no debería faltar nunca. Muxus.

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  6. ¡Ainhoa!

    Qué bonito recorrido has construido, de esos que se sienten como los cuentos que nos contaban de pequeños pero con ese toque propio que los hace respirar cercanía y emoción. Me ha gustado mucho cómo has entrelazado esa canción popular con el hilo de la historia, dándole vida a un acertijo que termina siendo clave para la misión de la protagonista.

    Me ha encantado también el tono del relato, donde lo fantástico convive con la ternura de fondo. Ese viaje de Leonora no es solo una aventura, sino también una metáfora de todo lo que somos capaces de hacer por los que queremos. Y esa escena final, con la abuela recuperando la vida gracias a la sopa que la niña ha traído con tanto esmero, me ha parecido preciosa. Tiene un calor humano que traspasa la historia.

    Además, la presencia del dragón y la ogra le da ese aire de cuento clásico pero con chispa propia, y te confieso que me ha sacado una sonrisa ese lobo vegetariano, que espera paciente su cena. Pequeños detalles que enriquecen mucho la lectura.

    Te felicito por este relato que sabe a cuento contado al calor de la lumbre, de esos que apetece volver a leer.

    ¡Un abrazo, compañera!

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    1. Hola Tarkion, muchas gracias por tu comentario. Me ha hecho sonreír y te agradezco que te hayas tomado tiempo e interés. Y sobre todo que leamos y disfrutemos. Un abrazo.

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  7. ¡Voto a bríos, qué cuento de hadas tan entrañable, donde una niña valiente y su dragón tejen magia con sopas de arroz y canciones de abuela, como en aquellos viejos romances que sabían a pan recién hecho y leña crepitante!

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    1. Hola Lucila, que comentario tan épico, al igual que mi relato. Que ricos sabores para escuchar una historia cerca del fuego y esas historias que hacen soñar y ahora y siempre son tan necesarias. Un abrazo.

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  8. Un cuento dentro de un entorno medievo, donde todavía se creía en dragones , ogros y pociones mágicas.
    Yo recuerdo con mucho cariño a una de mis abuelas, que con un arroz con aceite crudo que me supo a ambrosía me sació el hambre y me despertó devoción por su persona.
    Con lo cuál creo en ese tipo de mágia y de acertijos.
    Mi abrazo.

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    1. Hola Francisco, que bonita historia la de tu abuela. Esa nos hacen creer en la magia. Un abrazo y gracias por compartir historias tan hermosas. Un abrazo.

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  9. Hola Ainhoa! Me ha encantado tu cuento, esas sopitas de arroz amorosas lo curan todo, hasta hacen que el lobo se convierta en vegetariano! Totalmente mágicas! Je, je! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!

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    1. Hola Marifelita muchas gracias por tu comentario que no nos falte la magia nunca. Abrazos.

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  10. La historia tiene un aire de cuento clásico, con elementos mágicos como el dragón Augusto y la ogra, que le dan un toque de fantasía medieval. Es un placer leer este cuento, que mantiene el interés especialmente en los momentos de tensión como el encuentro con la ogra y el lobo.
    La canción "Una y dos, sopitas de arroz..." actúa como un nexo que conecta la historia y le da un aire nostálgico. Además, el acertijo que plantea Augusto añade un elemento de misterio que impulsa la aventura de Leonora. El hecho de que el lobo sea vegetariano es un detalle que hace sonreír.
    Te felicito por tu aportación, Ainhoa.

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    1. Hola Marcos muchas gracias por tu comentario. Un saludo.

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  11. Buenas, Ainhoa.

    Un cuento bonito que recuerda a los clásicos. Me ha encantado ese lobo vegetariano, muy original.

    Un saludo.

    Irene

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    1. Hola Irene, si el animal se ha pasado al lado verde. Gracias por pasarte. Un abrazo.

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  12. Me gusta que tengas un personaje recurrente,
    Sí que resultó valiente Leonora, con su amigo dragón.
    Una buena reversión de personajes clásicos.
    Saludos.

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    1. Hola Demiurgo, gracias por tu apreciación me gusta seguir tejiendo hilos con personajes pasados. Buena semana. Un abrazo.

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  13. Un relato con imaginacion tal cual lo pido el tintero y con acertijo, fue un paseo fluido por dragonos, ogras, lobos, y la sopita de arroz.

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    1. Hola Jose, me alegra que te gustara el paseo. Buena semana. Un abrazo.

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  14. Hola, Ainhoa. Un relato de fantasía a la vieja usanza, donde ni los ogros ni los lobos son tan malos como nos gusta pensar.
    Te deseo lo mejor en el concurso. Un abrazo.

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    1. Hola Bruno, gracias por la apreciación de que ni los ogros ni los lobos son tan malos. Buena semana. Un abrazo.

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  15. Hola, Ainhoa, juraría que había dejado un comentario aquí, pero bueno, me gusta tu relato es reivindicativo para esos personajes mal visto por otros famosos cuentos. La niña muestra su valor y amor al hacer una travesía riesgosa pero muy humana, bueno desde luego bañada de fantasía, ja, ja.
    Lindo y emotivo final, gracias por el disfrute de su lectura, un abrazo.

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    1. Saludos Harolina, gracias a ti por tu comentario y por poner en valor todos esos pequeños detalles que a la vez son tan grandes e importante. Un abrazo y buena semana.

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  16. Muy buen cuento, Ainhoa. Lo único, es que la falta de comas para darle ritmo y pausas al relato, me han sacado varias veces de él. Suerte.

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    1. Gracias de la Flor. Le he dado una vuelta, a veces cuando escribo me emociono y se me olvidan estas cosas. Buen finde.

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  17. ¡Hola Ainhoa! Que cuento más completo y con un montón de personajes de lo más variopintos. Los detalles que has ido añadiendo, además, le dan mucha personalidad a este cuento, como por ejemplo la inclusión de ese lobo vegetariano.
    Un final feliz en el que la niña se podrá reencontrar con la abuelita.

    Un saludo y suerte.

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  18. ¡Qué bonito cuento, Ainhoa! Me han gustado mucho todos los personajes: la niña Leonora, el dragón Augusto, la ogra, el lobo y la abuela de Leonora. Por un momento pensé en Caperucita Roja, por la niña, el lobo y la abuela, pero lo mejor es que has tomado esos personajes y los has puesto en una historia totalmente distinta, muy imaginativa y narrada con mucha claridad. Me encanta que la niña salve a su abuela. Y el final es muy gracioso: “Nunca unas sopas de arroz supieron tan bien”. Te felicito. ¡Suerte en el concurso y un abrazo!

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  19. Hola, Ainhoa! Muy tierno el relato. Con esas repeticiones de nana que le quedan tan bien. Al final la niña logra reanimar a su abuela. Me encantó
    Un abrazo

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  20. Hola, Ainhoa, qué relato más bonito, con ese acertijo sobrevolando la escena, acertijo un sinfín de alusiones a diferentes obras, que se lee en un suspiro y que anima a seguir la trama principal.
    Me encantón.
    Un abrazo y mucha suerte

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  21. Hola, Ainhoa. Tu Leonora es literalmente una aventurera desde que amanece o incluso primero. Como en las buenas historias donde la imaginación es la protagonista, la realidad y la ficción se fraguan conjuntamente y a saber donde acaba la primera y empieza la segunda. Creo que ese final es la merecida guinda para dejar bien claro las buenas intenciones la intrépida niña.

    Saludos y suerte.

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