Desde que nacemos hasta nuestro último aliento,
nuestra vida está llena de puertas. Algunas estaban ahí, otras las imaginamos.
Otras las llevamos como lastre.
Las hay heredadas, más grandes más pequeñas, más
robustas, unas frágiles, otras que guardan polvo y si nos fijamos hasta de factura
reciente.
Son problemas, miedos, enfados, conflictos sin
resolver, ira, frustraciones, sueños incumplidos, cosas no dichas a otr@s,
engaños, mentiras, autoengaños, decisiones por tomar, proyectos no realizados,
tareas por hacer…
Nudos en nuestro hilo de Ariadna que en más de una
ocasión nos hacen tropezar en nuestros devenires diarios. Llevamos con nosotros
un manojo de llaves, como el que debe
tener San Pedro. Probamos con ellas a abrir esas puertas cuando nos sentimos lo
suficientemente fuertes y seguros de lograrlo.
Las llaves que usamos son la suma de nuestras experiencias,
aprendizaje, educación, entorno y otras muchas cosas más que las forjan. La
parte mala de todo ello es que no sólo se nutren de buenas experiencias, buenos
deseos, sino también de miedos, de malos hábitos… enfados, rencores que hacen
que la llave se rompa dejándonos con la puerta a dos palmos de narices. Quienes
nos quieren nos cuentan lo que ellos ven, intentando ayudarnos y mostrándonos la
manera de abrirla pero nosotros no lo vemos, puede ser que esa mañana no nos laváramos
bien la cara, o que si usamos gafas no nos las hayamos limpiado bien.
La cuestión es que muchas veces el siguiente paso es
o abandonar la batalla, o lanzarnos
contra la puerta e intentar abrirla a cabezazos o a patadas, hasta que quemamos toda nuestra
rabia.
Hay un día en el que se siente menos peso. Esas
llaves desaparecen y nos damos cuenta que la llave maestra siempre ha estado ahí,
que no hace falta ni un manojo de llaves, ni una tarjeta de crédito, ni una
palanqueta.
La llave somos nosotros mismos. En nuestro interior están
las capacidades y la fuerza para abrir todas esas puertas que tanto se nos
resisten.
La pregunta es: ¿Te atreverás a abrirlas?
Fuente Imagen: Wikipedia commons author: Jorge Barrios, bajo misma licencia que en Wikipedia Commons.
Que verdad tan cierta.
ResponderEliminar:) me alegra que te lo parezca Merit, gracias por leernos. un saludo.
ResponderEliminarA veces creo que nos complicamos la vida de mas.
ResponderEliminarHe llegado a la misma conclusión Fearn Fall, que tengas un buen fin de semana.
EliminarYo creo que hay llave maestra,y esa llave se llama palabra
ResponderEliminarhay quien nace con ella y quien tiene que llamar al "sereno"
para que le abra
Pienso que las mejores son las giratoria
Buen finde..!
Las palabras son buenas llaves en la vida para superar desafíos, aunque hay quienes no las valoran tanto como se debería. Espero que en tu vida tengas la llave maestra. un saludo y buen finde.
EliminarPara pensarlo. Y repensarlo.
ResponderEliminary volverlo a pensar, pero también dejar que se asiente en nuestra mente y nos ayude en nuestro dia a dia. un abrazo Andres.
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