Una vez fui inmortal.





Los niños  y los jóvenes juegan fuera ríen, y gritan como si no hubiera un mañana, como si ese momento en el que viven fuera eterno y nada más importara. Sus mayores sentados a la sombra de los árboles, los miran hablando sobre ellos. Algunos recuerdan vagamente su niñez y adolescencia.  Otros recuerdan que ellos también en alguna ocasión fueron iguales y sólo vivieron aquel instante como eterno y verdadero por siempre.

 Tenemos uno o varios momentos en nuestra vida en los que hemos sido los reyes y reinas del mundo, en los que el pasado no importaba  y el incierto futuro podía esperar. Tan solo el presente continuo era el que nos acompañaba en nuestros juegos y nuestros secretos.

Muchas terapias y teorías psicológicas, filosofías abogan por el vivir el momento como motor de la vida. Dejar de lamentarnos por el pasado y temer el futuro, curiosamente todos en algún momento lo hemos puesto en práctica. Simplemente lo hemos olvidado o por lo menos no lo utilizamos tanto como deberíamos.

Cuando tenemos niños alrededor ya sean sobrinos hijos o nietos, nos acabamos contagiando de esa magia y en nuestro interior vuelve a despertarse en algún lugar la creencia y el  deseo de que el tiempo que vivimos sea para siempre.

Cuidar y mimar a nuestro niño interior, dejar que fluya que sea libre y que nos contagie la inmortalidad es uno de los mejores ejercicios que podemos hacer. Que la alegría, la inocencia, la creatividad se renueven día a día, sorprendiéndonos a nosotros mismos.


Que cada nuevo amanecer  sea un mundo por descubrir, una vida por vivir y que amemos a los que nos rodean iniciando así el sendero de la inmortalidad. Dejando de lado  lo de una vez fui inmortal para quedarnos con el soy inmortal viviendo plenamente. 

Comentarios

  1. Obrigada Auryene se muy bienvenida :)

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  2. Gracias Leonor. Estoy disfrutando mucho de su blog. ¡Enhorabuena! :)
    Lo siento por mi mal Español.. lol

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  3. Obrigada Aureyne, tu español es mejor que nuestro portuges que deja mucho que desear :P, sinta-se em casa, bom fim de semana. :)

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  4. Yo aun conservo la niña interior, que me sale en cuanto rascas un poco. Y sobre todo, si hay niños cerca, como tu dices...
    ¡todas las infancias del mundo deberian ser felices, por decreto!.

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  5. Yo también tengo a mi niña interior dispuesta a salir de marcha y aventuras en cuanto se le presenta la ocasión :) Sin duda la infancia debería ser una época de felicidad y plenitud, ojala logremos que para tod@s sea así. un saludo buen dinde.

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  6. y a mi que te guste, un saludo y buena semana.

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  7. Tampoco lo había leído: me da mucho que pensar.

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    1. :) seguro que de todo ello saldrá algo bueno Len, buen finde y buen verano.

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