Caminos de grava de color amarillo o gris, reciben también el nombre de parcelarias. Si sus piedras hablaran no dejarían de contar historias, hasta el fin de los tiempos. Muchos de ellos llevan a lugares escondidos, donde los más pequeños viven sus primeras excursiones y sus eternos juegos.
Pistas improvisadas para jóvenes que dan sus furtivas clases prácticas de conducir, transitadas más en épocas estivales y primaverales, y menos en otoño y en el duro invierno, cuando la nieve los envuelve en el silencio.
Pistas de atletismo para quienes emulando a Hermes, buscan entregar un mensaje que no existe. Algunas bordean cultivos de cereal, cercados con caballos, ovejas, o vacas. Otras son la única manera de poder llegar a pueblos o caseríos. Estrechas para aquellos que están acostumbrados a las autovías, algunas se duelen de los pasos del tiempo, baches y socavones, que ponen a prueba la paciencia de quien no conoce el terreno.
En ocasiones son parte de la historia. Transitan a la par de las vías romanas, o en su caso son sus herederas, parte del trazado de caminos, como el de Santiago. Su trabajo nunca acaba. Desde antes que amanezca son caminos de quienes van a trabajar el campo, o a cuidar animales. Senderos de peregrinos, de mercaderes, de paseantes y hasta de juerguistas que prefieren la tranquilidad de la noche y sentir sus pies entre las piedras antes que pisar vías más transitadas.
Fuente Imagen: Propia, bajo la misma licencia que el Blog.
Tiene encanto, me gusta. Creo que todos conocemos caminos parcelarios así.
ResponderEliminarsin duda en cada pueblo o cerca de los montes de nuestro pais hay caminos amarillos con sus propias historias. un saludo y buena semana.
ResponderEliminarLas parcelarias. Paseos iguales que nunca son lo mismo. Me gusta cómo hablas de lo cotidiano, de lo que no se ve..
ResponderEliminarHablo de lo conozco en este relato me gusta trasformar lo cotidiano en algo un poco mágico para que cuando la gente vea pise esos lugares o viva esas situaciones recuerde lo escrito y sirva de ayuda para su mente e imagine y sienta esa magia. Viendo lo que me dices lo he conseguido. un saludo.
EliminarPrecioso.
ResponderEliminarGracias Sebastian :)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Yo también iba en bici para matarme por las parcelarias, de niño.
ResponderEliminarMientras no te dejaras ningún diente esta bien. Todavía recuerdo como aprendí andar yo en bici, si las piedras hablarán. buena semana Antón.
EliminarO los dientes o la barbilla solía ser lo primero que te dejabas. Yo al menos XD
ResponderEliminarLo mio eran mas rodillas o cejas, hay para todos los gustos, aunque la barbill también triunfaba bastante.
EliminarLas rodillas y los codos y los pantalones XD
ResponderEliminary las caras de las madres unos poemas jajajajaja.
ResponderEliminarYa veo que muchos medisteis las parcelarias directamente XD
ResponderEliminarhaciendo practicas para ser topógrafos o delineantes, jajajajaja.
EliminarNo habré puesto yo agua oxigenada a hermanos, amigos, hijos jajajajajajajajjaaj
ResponderEliminarPara montar un par de boticas seguro, nosotros ademas de agua oxigenada también nos ponian mercromina y recuerdo como picaba aquello. jajajajaja.
EliminarYo era muy buena en bici. Mejor que niñas y que niños, era la ostia. Todavía lo soy, para una cosa en la que no tengo rival jjjaajajajjjajajjajaj. En parcelarias.
ResponderEliminartodos somos buenos en algo, y no tenemos rival seguro que sigues siendo la dueña de la carretera, :) un saludoy buena semana.
EliminarParcelaria-Casa de Socorro. Yo hubiera inventado esa señal de tráfico.
ResponderEliminarNo seria una mala idea, todavía puedes hacerlo seguro que muchas madres y padres y abuelos te lo agradecerán ademas de viandantes. :)
EliminarMis abuelos tenían caballos de faena y para vender de carne. En el pueblo, en un prado. Yo no fui a la casa de socorro, sino al hospital de León a que me escayolaran jajajajajja
ResponderEliminarBuena pieza como todos los que hemos comentado esta entrada, que seria nuestra vida sin esos momentos. gracias por compartir tus experiencias Chelo. un saludo.
EliminarNunca más me dejaron tener bici.
ResponderEliminarCreo que no eres el único conozco a un par que tampoco les dejaban andar en bici, a mi si, pero menudos leñazos me daba, jajajajaja. Sobre todo al principio y cuando cambie a bici de mayores. un saludo Juan.
EliminarYo iba en plan Perico con mi hermana de paquete, yo nueve y ella seis. Nos rompimos huesos, hubo mucha sangre y menos mal nos recogió un tractor que venía de las eras. Nada de bici. Para los restos.
ResponderEliminarPuffff pues mira que tengo historias para contar pero como esa creo que no,me alegra que sobrevivierais los dos lo malo el precio a pagar. un saludo.
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