Yo quiero hablar en
esta ocasión de esas mujeres que sutilmente han acariciado mi vida, sin saberlo
haciéndome más consciente de lo que soy.
En los pueblos
pequeños todos en mayor o menor medida se conocen, y en ellos es donde yo crecí.
Sillas junto a las puertas, mujeres sentadas al fresco de las noches de verano
mientras vigilaban a los más pequeños. Ellas me enseñaron a tratar con respeto
a los mayores, a no tener miedo, a
cuidar a los más pequeños y ante todo al observarlos, a saber cómo
desenvolverte en su mundo.
En los caminos de
Caperucita Roja que tantas veces transité haciendo recados, aunque no había mil
y un lobos acechando en cada recodo del camino, cada viaje era una nueva
aventura con nuevos encuentros que hacían que mi imaginación volara, y cada
charla fuera algún nuevo dato para atesorar en mi memoria infantil. Visitas a
vecinas, historias de tiempos que me parecían lejanos, alimentaban mi
curiosidad y la hacían cada vez más grande.
Me contaban sus
vidas con melancolía por todo aquello que no tuvieron. Decían que yo debía estudiar y aprovechar cuanto estaba a mi alcance para ser una mujer de
provecho. Aquello que ellas no tuvieron y querrían haber podido alcanzar. Nadie
les contó el final de su historia como yo no sé el de la mía. Aún en ocasiones encuentro mujeres similares a las de aquellos tiempos. Pero yo
no soy ya la misma.
Algún día yo seré
también una de aquellas mujeres, a mi manera, y como ellas iluminaron mi vida
yo lo hare con otras.
Fuente Imagen: Propia, bajo la misma licencia del Blog.
Fuente Imagen: Propia, bajo la misma licencia del Blog.
Hay que ver como haces las cosas sencillas mágicas. Felicidades otra vez.
ResponderEliminarGracias a ti por tu cumplido cuando lo que nos rodea es magia la vida también lo es. Me alegra contribuir a ello. un saludo.
ResponderEliminarCuanta razón.
ResponderEliminarGracias Aur, muy adecuado para el día de la mujer trabajadora, que tengas una buena semana.
ResponderEliminarMe ha conmovido mucho.
ResponderEliminarme alegra las noches tienen otro color en ocasiones, un abrazo y buena jornada.
EliminarConmovedor.
ResponderEliminarRecuerdos casi siempre lo son. un saludo.
EliminarNo me expliqué bien: conmueve, sí. Por lo directo. Pero lo que conmueve de verdad es la fuerza.
Eliminar:) gracias y a mi me alegra que lo que escribimos llegue y genere tantos sentimientos buenos y buenos ratos. un saludo.
EliminarEs muy bueno. Y muy cierto.
ResponderEliminarGracias Presentación, a tod@s nos han acariciado alguna vez la vida alguna mujer. un saludo.
EliminarHay mucha sabiduría y mucha magia en ese relato.
ResponderEliminar:) leo que te ha impresionado, dicen que los buenos perfumes vienen en pequeñas dosis o minúsculos envases, esto es lo que pasa con este relato. Se dice lo que hay que decir en pocas y certeras palabras. que pases una buena semana santa.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Leonor.
ResponderEliminarGracias Antón buen Lunes de pascua.
ResponderEliminarMe gusta ese homenaje a las mujeres que tanto nos enseñaron, y a las que se le reconoció tan poco.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo Alodia fueron, son y seran la base de muchas familias ademas de la memoria viva, lastima que algunos y algunas se olviden de ello. un saludo y buena semana.
EliminarEs precioso. Seguro que eres como ellas.
ResponderEliminarGracias Andres el favor que tu me haces, jajajajaja. un saludo y buena tarde.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Andrés.
ResponderEliminarGracias Merit, al final acabare sonrojandome, jajajajaja. buen finde.
ResponderEliminarPura magia.
ResponderEliminargracias Migue :)
EliminarSi que es mágico.
ResponderEliminargracias Juan, que la magia fluya que es parte de aquello que nos mantiene vivos.
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