Carolina trabajaba diez horas en dos trabajos teniendo que desplazarse casi hora y media todos los días entre los empleos y su casa. Se llevaba el tupper y cuando tenia suerte de encontrar un parque comía mientras escuchaba los pájaros y veía cambiar el color de los arboles en el transcurso de las estaciones.
Su sueño poder ver de cerca los cuadros de Van
Gogh, habían pasado por su ciudad varias exposiciones inmersivas sobre el artista pero no pudo
verlas. Aquella tarde comió en un lugar nuevo, un parque recién estrenado con
arboles en crecimiento y bancos pintados y papeleras nuevas.
Lo diferente era un edificio redondo con una cúpula era de piedra y parecía haber sido restaurado. Lo curioso es que a ella le parecía que estaba fuera de lugar. Se acerco y paso dentro ya que la puerta estaba abierta. El interior era luminoso y espacioso, vio cuadros, esculturas y sonaba música. Y allí estaba La noche estrellada se acerco y sintió el impulso de entrar en el. Miró alrededor y vio como un hombre entraba en Las Hilanderas de Velázquez. No se lo pensó. Fue la experiencia más maravillosa de su vida.
Desde entonces cuando sentía que la vida pesaba, encontraba
el camino a la Galería viva. Donde el arte existía. Ojala encontremos también el camino a ese lugar único.
Para saber más:
https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2025/09/microrreto-el-arte-y-la-literatura.html
Hola, Ainhoa, esa es una experiencia inmersiva con todas las letras, no me extraña que fuera una gran experiencia para Carolina, jeje, aunque, en el fondo, todo lo tiene en su interior.
ResponderEliminarBuen relato.
Muchas gracias por participar en el microrreto del Tintero.
Un abrazo. 🤗