Nabila

 

Mujer arabe


 

 Nabila era una joven muy habilidosa. Era la tercera generación después de su madre y su abuela de expertas en el arte de la seda. Había nacido entre los capullos, y entre las mujeres que los batían, las devanaderas, los hilos, los tintes y las que tejían aquellos hilos  y hacían obras de arte. Creando telas y trajes que los habitantes de la Alhambra compraban expresamente a su padre.

La Joven era feliz en Armillia Al Aflum, para su corta edad había aprendido mucho del mundo de la sedería, había estado en Granada y en su mercado de seda. Había recorrido el negocio de su familia y trabajado en cada proceso, conocía cada uno de los pasos y la importancia de cada detalle.

No había tiempo para mucho en sus días y aunque su familia era prospera y contaba con muchos hermanos y hermanas que hacían del negocio más próspero aun, no tenían descanso.

En sierra nevada y en las alpujarras crecía la materia prima y allí Nabila era feliz no estaba a la sombra de sus mayores. Desde hacía un tiempo buscaba entre lo mejor lo mejor para un encargo propio que quería hacerlo ella misma. Los mejores, gusanos, los mejores, hilos, los mejores tintes y hasta hilos de plata y oro que eran usados en contadas ocasiones.

Y cuando acabo. aquel día todo cambio no pudo estrenar su ropa de boda aquella que con tanto esmero había tejido, cuantas tardes y noches sus manos y su mente habían creado. Se marcharon corriendo hacia Sierra Nevada y las Alpujarras. Aquellos Reyes católicos y los cristianos no les darían tregua. Y en su huida no pudo llevarse su vestido. Una noche con cuidado lo preparo y lo escondió en una tinaja. Enterrada en el lugar que le pareció  el más seguro. Y trayendo las palabras de sus antepasadas juro volver a buscar su tesoro.

Más de 5 siglos después una noche de luna llena al amparo de las luces y las sombras una figura casi etérea, se adentraba en las salas de la casa de Cultura García Biedma. Volvía a Armilla y al lugar donde había dejado su bien más preciado. A veces en la madrugada si escuchas puedes oír sus pasos, ahora en la otra vida puede disfrutar de su hogar y de su mejor vestido.


Relato escrito para Café con letras Armilla. 


Imagen propia bajo la misma licencia que el Blog. 

 

Comentarios

  1. Hola Ainhoa, magnífico relato cariño, cuánta sensibilidad y bueno, cuando en Armilla escuchen o vean ese espíritu... conocerán su historia. Besos :D

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    1. Hola Margarita, muchas gracias un abrazo grande y buena semana.

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  2. ¡Hola Ainhoa y Gille! El relato que escribe Ainhoa hace imaginar claramente la vida de esa mujer dedicada al arte de la seda. Parece que su fantasma dejó algunas cuentas pendientes en el mundo de los vivos y siglos después regresa para recuperar el vestido que no puedo estrenar en vida.
    He comenzado a seguiros hace poco tiempo. Os descubrí a raíz del tintero y el contenido que publicáis me parece muy interesante pero entre una cosa y otra se me pasó comenzar a seguiros cuando empecé a participar en los retos del tintero de oro.
    Si queréis y os apetece, estaría encantada de que me siguierais también en: ¡Hola Marlen!
    Qué maravillosos paisajes nos describes y se pueden observar en las fotografías de la entrada. Si alguna vez puedo perderme por esos parajes seguiré tus recomendaciones.
    Por cierto, he comenzado a seguirte en el blog. Debí hacerlo hace bastante cuando me cree el blog pero soy un poco despistada y se me pasó por completo. Estoy siguiendo ahora a todos los participantes del último reto del tintero con el vadereto.
    Si quieres, estaría encantada de que me siguieras también: https://cala-rocio.blogspot.com/
    Un saludo.
    ¡Nos leemos!
    Un saludo.

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    1. Hola Roció, un placer saludarte bienvenida a nuestro blog. Ya te seguimos en el tuyo y nos pasaremos con gusto a leerte. Gracias por apreciar mi relato. :) Que tengas un buen resto de finde. Un abrazo.

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