La primavera había llegado al bosque de Aveirogne, las mañanas eran frescas aunque el calor comenzaba a sentirse. Sephora abría las ventanas cada mañana para que los pájaros que tenia como vecinos pudieran salir. Pensó que era extraño que las aves no se posaran en sus hombros y en sus manos para venir a comer.
El día anterior había llegado parte del alpiste que usaba para darles de comer, ella tenia su propia receta. Y aquel condimento no era fácil de encontrar, le había costado mucho que el proveedor se lo enviara.
Subió por la escalera buscando a los pájaros en sus nidos, se guió por sus trinos e intentó que salieran, cosa que no parecían desear.
Y así pasó una semana, los pájaros seguían dentro, y el único problema era el excedente de guano que le estaban dejando. Decidió llamar al distribuidor, un tal Pierre Nesortplus. Al parecer el alpiste no era lo que había pedido. Había entrado a trabajar un duende nuevo que estaba despistado, y habia mandado por error el aderezo que su jefe había inventado para quedarse en casa.
Desde entonces Sephora decidió hacer sus propios alpistes al completo: el guano fue muy bueno para el huerto pero el olor y las manchas no se quitaron por completo hasta mitad de mayo.
Guille y Ainhoa
Pasa saber mas
Felicitaciones por este relato tan creativo, que muestra la bondad, la cualidad hospitalaria de Sephora.
ResponderEliminarY ahora se descubre que se dedica a alimentar a unos pájaros.
Tiene mucho sentido que haya un proveedor de alpiste haya contratado un duende y que ese duende sea distraído.
Muy cierto, Sephora tiene un huerto y el guano seguro que lo favoreció. Pero el olor es algo que es molesto, sobre todo si tiene que atender a alguien, como bruja.
Aplausos por este relato.
Saludos.
Hola Demiurgo, gracias a ti por abrirnos las puertas de tu Maraverso y dejarnos contar historias con ellos, ha sido un placer conocerlos a todo un poco mejor. Un abrazo.
EliminarDesde luego en este mundo y en todos los que se inventen, mejor y con el cuidado que lo hace , no hay nadie que lo haga.
ResponderEliminarEse duende estaba pluriempleado XD. Gracias, Tracy, buena semana.
Eliminar¡Jaja Muy bueno el relato! Y como debut en el Mara Verso de Den, ¡Excelente! Me encantó que un duende trabajara con el distribuidor y fuera distraído. Los felicito. Estoy muy contenta de que ambos participen en nuestros jueves. Recuerden cada domingo un anfitrión distinto propone el tema. Besotes x2
ResponderEliminarLo recordaremos, Myriam. Gracias a tí por la generosa invitación.
EliminarAún en el alpiste los profesionales llegan a detectar diferencias! Y todo por un duende que cambió vaya a saber qué! Muy original su relato. Un saludo juevero
ResponderEliminarHola Neogeminis, cosas que tiene la vida y los aderezos gracias por pasartte y comentarnos
EliminarEl duende tenía el capirote en otra cosa, o en mil pedidos a la vez XD. Gracias.
EliminarNunca me gusto darle alimento a los pajaros por lo siguiente: Al cultivar mis propias frutillas, como los pajaros ya estaban acostumbrados al sitio en donde esta la huerta, apenas maduraban se las comian todas o picoteaban buena parte de los cultivos. Tuve que poner un espantapajaros y no era agradable.
ResponderEliminarHola Jose es cierto que quien tiene huerto bien sabe de estos temas en mi familia también hemos tenido y no es como dices nada bueno dar de comer a los pájaros después se quedan y se lo comen todo. Un abrazo y gracias por tu comentario.
EliminarEs un relato muy divertido y con ritmo, muy grato de leer. Pero si no salían y no comían, ¿no se murieron de hambre? ¿o hubo remedio antes de semejante hecho?
ResponderEliminarLo del duende tiene su punto :-()
Os felicito a ambos y nos vemos la semana que viene.
Besos.
Hola Magade muy probablemente el alpiste se lo pondría cerca de la ventana y así los veía si salían o no, al parecer arreglo hubo. También es posible que los pájaros tuvieran algún tipo de despensa en el nido. Habrá que esperar a un nuevo cuento. Un abrazo.
EliminarHola, Ainhoa y Guille:
ResponderEliminarPues tendremos que esperar unas cuantas semanas para que se quiten esas manchas. Para lo que no tengo que esperar es para felicitaros por la calidad de vuestro relato, que no da alpiste al despiste.
Un abrazo, compañeras.
Hola Nino, buen rimado. :) gracias por tu felicitación y por leernos. Un abrazo y buena semana.
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