Historias desde un bajo: Sostenme el cubata, (sin limón)





 Vivir en un bajo tiene sus cosas buenas y menos buenas.  Ayer cerca de la medianoche, viernes. Llamaron a nuestra ventana, más bien a la reja de nuestra ventana con un limón, pero no cualquier tipo de cítrico. Uno muy bien partido, en buen estado y listo para acompañar cualquier bebida o comida. Ahí se quedó la cosa hasta esta mañana bien temprano. 

Las colas de las panaderías, de las tiendas de barrio en general, son un buen lugar para enterarte de lo que ha pasado en el  barrio. Y mas si vas temprano. Una pareja estaba justo  delante de mí esperando para comprar el pan mientras hablaban en voz baja.

Os transcribo mas o menos lo que estaban comentando. Ella le decía a él, muy seria, que donde estaría el limón. El le contestaba es que solo se les ocurre a ellos dos ponerse a reconciliarse con creatividad, una cena y lo que vino después. 

Realmente para ir contra costumbre esta vez la cola no iba lo lenta que suele. Y no pude escuchar nada más. 

 Claro que la bola-limón podría provenir de alguna rara curvatura en el espacio tiempo. Haber caído del cielo ya partido y rebotar se nos antojaba menos razonable. 

Se admiten sugerencias y teorías heterodoxas sobre la Noche del Limón Misterioso. 


Ainhoa, Guille, y un limón.


Imagen Wikipedia Commons.


Comentarios

  1. Je je, seguro que aderezaron la noche con unas gotitas de limón... en alguna bebida exótica, jaja. O tal vez... prepararon un pastel delicioso y después... Bueno, vete tú a saber. Eso de reconciliarse con un limón por medio, con lo ácidos que son... jajaj. Besos :D

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  2. "El limón que cayó del cielo", como lo hubiera titulado el viejo Lovecraft. XD

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  3. Ja, ja, ja... Ojalá lluevan limones que nos alegren el día y, sobre todo, la noche. Divertido relato. Un abrazo a los tres, Guille, Ainhoa y por supuesto al limón.

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    1. Muchísimas gracias David la verdad es que las noches dan para mucho y con compañia mejor nosotros y el limón te mandamos abrazos.

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  4. Dicen que en ciertos estados anímicos las fuerzas desatadas son tales que pueden abrir una puerta dimensional que absorbe todo lo colindante sin que el sujeto llegue a darse cuenta. Posiblemente eso le pasó al medio limón, el verdadero misterio es saber dónde está el otro medio.

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    1. Esa es muy buena, Baruk. Gracias por leernos y comentar.

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