Microrelatos: Un cadaver en el ascensor.


 



 

Las obras de acondicionamiento del Museo etnográfico eran como el monasterio del Escorial, nunca acababan. El mayor problema, dónde colocar los ascensores. Que se encuentren, sean accesibles, pero no se vean. A Gregorio Hidalgo, presidente del patronato, este problema ya le había supuesto un ataque al corazón y dos anginas de pecho. Al final lo consiguió: discretos, bien señalizados y sin romper la estética. A dos días de la inauguración oficial, toda la comarca estaba invitada. Excepto por un pequeño detalle: el indicador de plantas externo no funcionaba.

 

Llamar al técnico de la carísima empresa de elevadores era otra aventura. A cada intento se encontraba con máquinas y grabaciones que formaban un bucle sin fin. La aplicación tampoco respondía y además era fin de semana. Las nueve de la noche de un sábado no es el mejor momento para nada. Angustias, la señora de la limpieza, le habló de su primo que servía para un roto y para un descosido. Y ciertamente no tardó ni media hora en localizar un contacto y hacer que los números del ascensor funcionaran.

 

Gregorio nunca se había sentido tan agradecido. Entró en el ascensor y recorrió cada planta,  una a una. Todos se marcharon a casa. La inauguración fue todo un éxito, casi primera plana en medio mundo. Cuando la alcaldesa y los medios se disponían a tomar el ascensor se encontraron a Gregorio en el suelo entre sus pastillas y con una sonrisa de felicidad. El domingo había vuelto a asegurarse de que funcionaba.


Ainhoa y Guille. 

 

 Imagen del Blog el Tintero de Oro. 


Para saber más: https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2022/03/microrretos-un-cadaver-en-el-ascensor.html


Comentarios

  1. ¡Pobre Gregorio! Esa obsesión no podía traer nada bueno.... Un micro estupendo, Ainhoa. Me ha encantado la historia y el personaje. Felicidades.

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    1. Bienvenida Marta y gracias :) la mitad es mía la otra mitad es de mi compañero Guille. Me alegra que te guste. Un saludo.

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  2. ¡Guauuu! Me encanta chicos, inquietante sin duda. Besos :D

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  3. Muy ingenioso relato, me gustó mucho. Pobre Gregorio, pero murió satisfecho. Saludos.

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    1. Hola Ana, bienvenida. Toda la razón satisfecho murió el buen Gregorio. Saludos.

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  4. Gregorio y su extrema responsabilidad para con la institución museística.
    A lo mejor lo dejan expuesto al público. ;)
    Un saludo y bienvenidos.

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    1. Saludos Francisco, gracias por la bienvenida :) Nunca se sabe pero no seria de extrañar por premio a su dedicación. Un saludo.

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  5. ¡Hola, Ainhoa y Guille! He disfrutado muchísimo leyendo vuestro relato. Sin duda, el presidente del Patronato sentía verdadera devoción por su labor. ¡Un saludo desde la Buhardilla de Tristán!

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    1. Hola Javier nos alegramos que te haya gustado sin duda Gregorio lo era. Bienvenido a nuestro blog y gracias por los saludos.

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  6. Hola Ainhoa, ha sido divertido después de leer la tetralogía (creo que ya va por cinco) del microrelato de JM, el compañero que te antecede, y además con pastillas pitufas en el ascensor, no sé si has tomado la idea de ahí, pero ha sido genial leer tu historia. A Gregorio le deben al menos una escultura. Un abrazo

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    1. Hola Emerencia si lo de las pastis lo hemos tomado de su relato, dos esculturas por lo menos. Un abrazo y gracias por la visita.

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  7. Hola aihona , la verdad es que el estrés no es bueno para la salud y mucho menos para personas que trabajan en altos cargos , me a gustado tu reto , saludos de flor.

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    1. Hola Flor si que el estrés es malísimo para la salud. Nos alegra que te guste. Un saludo.

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  8. ¡Pobre Gregorio, habrá sido una muerte horrenda!, pero, parece que pudo hallar la felicidad en su obsesión, aunque esta lo llevara a su muerte.
    Buen micro, un saludo.

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    1. Si la verdad que estaba un poquillo obsesionado. Gracias por tu comentario Cynthia. Un saludo.

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  9. Eso le pasó por ser tan meticuloso. Hay cosas que es mejor dejarlas como están, je,je.
    Muy original.
    Saludos.

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    1. Era obsesivo el pobrecillo, gracias Josep María. Un saludo.

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  10. Hola, pareja. Desde luego que funcionaba el ascensor, por lo menos había corriente y la sintió en sus carnes. El primo se lució. Me ha encantado. Un abrazo (o dos).

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  11. Realmente un obsesivo y así terminó el pobre Gregorio, muy bueno su texto, un placer leerlos, saludos Patricia F.

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    1. Hola Patricia, si un poquito obsesivo era. Un placer leerte. Un saludo.

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  12. Se tomó la cosa muy a pecho, Gregorio! Muy buen relato! Un abrazo

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    1. Saludos Mirna, un poquito si se lo tomo. Gracias y buen resto de semana. Un saludo.

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  13. LLevar la bligación y sentido de la responsabilidad al límte, ya lo creo.

    Muy bueno. Un abrazo

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    1. Saludos Albada si un poco al limite lo llevamos. Un abrazo para ti también.

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  14. Gregorio era todo un profesional, aunque la salud estuviera en juego. Me ha gustado el relato! Saludos!

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  15. Gracias por el comentario, Mayte López ( y gracias a todos los demás). El pobre Gregorio tenía que acabar en el ascensor por motivo del guión...XD

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  16. Hola, Ainhoa, vaya con el pobre Gregorio. Aunque pensado de ese modo, al fin, su vida tuvo el sentido que quiso perseguir. Muy buena esa ironía de final feliz.
    Un abrazo!

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    1. Hola Pepe nos alegramos de que te haya gustado. Gregorio el pobrecillo alcanzo el cielo seguro. Un abrazo

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  17. Hola, Ainhoa. Me gustó ese aire de metáfora del micro, el propósito vital de Gregorio se vio cumplido y, como en una película, nada queda tras ese The End que es ver su obra terminada y, además, de manera satisfactoria. Un gusto conocer tus letras y blog. Un abrazo!

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    1. Hola David un placer recibir tu visita. Gracias por tu comentario muy certero y cinefilo. Un abrazo.

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  18. Gregorio tenia un talento para arreglar cosas, quizas un poco compulsivo

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  19. Un poquito, cierto XD. Gracias por tu comentario, Jose Casagrande (por cierto, de no haberse cruzado el ascensor del carallo en su vida, hoy sería el santo de Gregorio).

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  20. Muchas gracias por leerlo y dejar tu opinión, Macondo.

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  21. Vaya se ve que el mucho celo en el trabajo no trae nada bueno. Bueno sí, un muy buen relato.
    Un beso.

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    1. Saludos Rosa: Cierto el celo en demasía no trae más que dolores de cabeza como poco. Gracias por leernos y el comentario. Un saludo.

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  22. Un profesional que cumplió con su deber hasta las últimas consecuencias. No se puede ser tan meticuloso.
    Saludos
    Puri

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    1. Saludos Puri pues no mejor no ser tan puntilloso en el trabajo se puede acabar mal. Gracias por pasarte un saludo.

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  23. Qué más le quedaba... era un hidalgo con una misión O.o

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    1. Eso era, Carol Besada (gracias por comentar): en vez de contra molinos de viento, contra ascensores descarallados.

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  24. jajajaja, al menos el señor Gregorio tuvo una muerte...dulce. Muy original esta obtención del cadáver en el ascensor. Saludos.

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    1. Muchísimas gracias Pedro, dulce esperemos que un poquito por lo menos. Un saludo.

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  25. Hola, Ainhoa. Don Gregorio murió en el ascensor pero lo hizo con una sonrisa de felicidad. ¡Y la inauguración fue todo un éxito!
    Buen relato el que nos has regalado. Un saludo.

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    1. Saludos Bruno y gracias por tu comentario. Un abrazo.

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  26. Si es que el perfeccionismo está sobrevalorado y, visto lo visto, tiene efectos secundarios. Bueno, al menos Gregorio la palmó feliz.
    Un original y bien escrito micro, Ainhoa

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    1. Cierto Tara muchos efectos secundarios y algunos mortales. Gracias por tus palabras. Un saludo.

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    2. Pobre Gregorio, qué de radiografías le estamos haciendo XDD

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  27. Un tanto obsesivo, por lo que tuvo un final dramático. Pero el ascensor funcionará bien, será seguro usarlo.

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    1. Seguro que es el ascensor más seguro de toda la comarca. Gracias por tu visita Demiurgo un saludo.

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  28. Hola Ainhoa . Excelente relato. Lo disfruté mucho, aunque lamento que el pobre Gregorio llevara el sentido de la responsabilidad al extremo!!! Un abrazo 🐾

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    1. Saludos Rosa: Me alegra que disfrutas, gracias por tu visita. Un abrazo para ti también.

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  29. Recuerdo haberme presentado en una ocasión a este ambicioso concurso.
    Genial relato con consecuencias funestas para el pobre Gregorio.
    Saludos

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    1. Hola Carmen: seguro que fue un relato interesante. El pobre Gregorio se ha hecho famoso. Un abrazo.

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    2. Pues anímate, Ccasconm. Y gracias por tus palabras.

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  30. Pues el museo etnográfico cuenta con un nuevo especímen, el presidentus patronatus ascensoriensis. Al menos murió feliz el hombre, y dejando su obra inacabada, que no es mala forma de irse al otro barrio. Un saludo, ainhoa.

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    1. Buen comentario Jorge el pobre Gregorio esta trayendo cola. Un saludo.

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  31. Pobre hombre, al menos se fue al otro barrio con la satisfacción de terminar bien las obras bajo su mandato.
    Enhorabuena a los dos por el relato.
    Un saludo.

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    1. Gracias por leerlo y por tus palabras, Ángel. Gregorio no pensaba que sería tan comentado. Un saludo.

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  32. Acuérdate de esto: el deber no basta cumplirlo, el deber se nos suele imponer.
    Dejo un saludo.

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    1. Saludos Guillermo y muchísimas gracias por tu reflexión.

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  33. Es que terminar las obras satisfactoriamente siempre tiene su precio. Objetivo conseguido.
    Un saludo.

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  34. Hola, Ainhoa. Hay más de un Gregorio en este mundo y por ser como es muchos más en el otro. Alguno he conocido y la verdad vivir para morir así mejor jubilarse y dar de comer a los gorriones del parque, pero para gustos Gregorios y Percebes (como yo). Saludos.

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