Caminos de Santiago: la parada, el pozo, el asombro.


 

El juego de la Oca incluye casillas peligrosas. Algunas son evidentes. Otras, no. Una posada parece invitar al descanso bien ganado y merecido, ofrecer un poco de relax, hasta una cama que no sea suelo duro o literas baqueteadas. Una ducha decente. Comida en plato y no de morral. Todo eso parece, un paréntesis sin mayor trascendencia. Pero raras veces las cosas son lo que parecen.

Para cada caminante existen sus trampas personales, totalmente distintas unas de otras como hechas por el mejor sastre para una persona, no para las demás. Yo sabía que Burgos era mi posada, mi casilla peligrosa. Saberlo no me evitó caer en ella.

En Burgos lo hice todo: demorarme, dormir en cama, ducharme e ir a una lavandería, beber y comer. Comer, por cierto. O picotear, o ir de pinchos. Ser vago. Parar sin necesitarlo. Buscar mil excusas. Dar mil y una vueltas. Acabar riéndome de mí mismo porque después de todo ya lo iba a pagar más tarde, cuando volviera a estar tirado en el camino durmiendo en el suelo, comiendo de morral, bajo el sol de julio en las parameras de Castilla. Iba a pagarlo bien pagado, de modo que culpable no me sentía. A lo sumo, divertido. No todos los días entendemos que podemos ser tontos de baba y no pasa nada por serlo. 

Faltaba un toque de magia. El de la fotografía. Un pintor afanado en su trabajo y yo mirándolo cada día, más callados ambos que dos cartujos. Yo tocándome las narices sin dar palo al agua y él aplicadísimo, constante, hora tras hora. Estaba pintando una versión del Cid. Me ganó el asombro, posiblemente porque veía avanzar su visión brochazo a brochazo cada día. Claro que era algo digamos moderno y más o menos previsible, pero acabó gustándome. 

Me gustó tanto que pagué la cuenta de la posada, y antes de que fuera de día volví al Camino. Ya había descansado, hecho el necio, comido de más y bebido birra como un teutón. Ahora tocaba pechar y aprender. 




Imágenes propias, bajo la misma licencia que el blog.

Comentarios

  1. No me extraña que disfrutaras viendo como ese Cid tomaba forma, y ese descanso seguro te dio fuerzas para continuar amigo mio. Besos :D

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  2. Fue muy asombroso verlo, Margarita. El destello de la magia que siempre nos sorprende. Gracias por leer y comentar.

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  3. Caminos posadas pozos y sobre todo la magia, en resumen la vida. Un abrazo Guille.

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  4. Gracias por tus palabras, Ainhoa. Y por la magia.

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  5. El juego de la ocasiones es mi favorito😊
    Genial y maravilloso relato que nos regalas.
    Abrazosbuhos 🍁

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  6. Muy agradecido por tus palabras, buhoevanescente. Los juegos de la magia. Grracias.

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