Los culpables




Es curioso que cada vez que veo las noticias, los periódicos, la televisión y escucho las conversaciones de la gente  me doy  cuenta de lo equivocados que estamos.
Desde que somos niños y jugamos entre nosotros y nos peleamos e imitamos a los mayores, todos nos hemos llevado más de una vez las del pulpo. Pero si salimos fuera de la generalidad siempre hay quien se las lleva todas, quien las da, por supuesto siempre hay un chivo expiatorio y un culpable: la criatura... los padres, la educación que le dan, la sociedad... se nos olvida que todos hemos sido niños y  parece  más que nacen de cristal y pueden romperse, la niñez es tiempo de descubrimientos y jugar no de ser objetos de decoración.

Curiosamente en cualquier problema diario, en el trabajo, con la familia, con los amigos siempre tenemos que buscar algo o alguien sobre lo que recaiga el peso de toda nuestra impotencia, ira, tristeza, frustraciones y una larga lista de sentimientos y asuntos sin resolver que seguirán estando ahí, por lo que el problema no se ha solucionado.

Los causantes son todos los demás, nosotros quedamos exculpados por nuestra obra y gracia y la mierda siempre se queda fuera Dejar los prejuicios, las proyecciones de nuestros problemas y defectos sobre los demás es un buen comienzo para ver la vida de otra manera.  
Todos en mayor o menos medida queremos hacer un mundo mejor. Para ello como un refrán chino dice mejor demos tres vueltas a nuestra casa antes de querer cambiar lo de fuera.

Replanteémonos el cómo actuar sobre lo cercano en vez de quejarnos de todo: si en nuestro barrio faltan papeleras, si nuestra vecina deja algo delante de nuestra puerta,  si el compañero es pesado  no deja de contarnos la misma historia, todos los días a la misma hora la misma discusión por el mando con nuestra pareja....
En las peleas y altercados buscamos la mayoría de las veces el tener la razón en vez de del entendimiento mutuo
Se puede uno quedarse en la rueda girando eternamente o ponerle solución. No somos iguales y se puede necesitar más o menos tiempo pero la satisfacción y la ligereza de no tener ese peso merecen la pena.

Menos culpables y más soluciones.


Imagen propia bajo la misma licencia que el Blog. 





Comentarios

  1. Opino igual que tú Ainhoa. Además, considero una pérdida de tiempo el culpabilizar a todos, es agotador.
    Creo que es mucho más productivo, actuar. Sin más.
    Muchos besos :D

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    1. Gracias Margarita tienes toda la razón aunque a veces cuesta dejar de mirarse el ombligo. Un abrazo y buen finde.

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  2. Lo de la responsabilidad personal parece que se lleva poco, cuando es la única actitud sensata. Una reflexión a tener en cuenta, Ainhoa: gracias por compartirla.

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    1. Toda la razón Ainhoa, los culpables siempre son los demás, nosotros siempre tenemos la razón sentados mirando el horizonte. Me quedo con el dicho chino: "demos tres vueltas a nuestra casa antes de querer cambiar lo de fuera". Nos iría mucho mejor.
      Un abrazo.

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    2. Un placer leerte Mara, si que nos iría bastante mejor la verdad. Buena semana.

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  3. Guille gracias a ti Guille muchas de estas cosas que escribo las he aprendido a tu lado.

    Un abrazo.

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