Creció entre los trigales y la sombra de los árboles
que resguardaban la plaza del viento en invierno, y los pocos días de calor del
verano daban sombra para todos los gustos y tamaños.
Antes no miraba nunca el camino que salía del
pueblo, solo cuando su padre o su abuelo cogían el tren y regresaban siempre llegaban con algo para ella.
Sacaba agua del pozo y desde allí el camino se veía,
infinito junto al río y delator por las piedras que lo alfombraban.
A veces llegaban forasteros con bestias o sin ellas,
comerciantes, pastores trashumantes, visitas, y en ocasiones caminantes cuyo
hogar era el camino y cada aldea o pueblo su reposo.
Para las gentes del pueblo estaba ya en edad de
merecer, para sus padres y hermanos era demasiado pequeña aún, y ella soñaba
con lo que había más allá de las piedras del camino.
Sobre todo en las tardes de verano se paraban los
caminantes para beber agua y ella más sedienta de historias y noticias, los recibía
con una sonrisa. Oasis de sombra y agua fresca que ayudaban a caminar el último
tramo.
Siempre vigilantes su abuela y madre hacían tareas a
la sombra de la casa. Ya habían visto el fuego en la mirada de la muchacha.
Era joven y su sonrisa era tan clara y fresca como
el agua, aquel remanso de paz era lugar de confidencias y cuando estaba a
solas, el lugar donde soñaba con lejanas ciudades y maravillosas historias que
alguna vez viviría.
Una mañana se despertó antes que nadie y sin haberlo
planeado cogió su maleta de cartón y siguió por el camino que no tenía fin.
Fuente imagen: Wikipedia, Wikimedia Commons. User: Manuel de Corselas.
Si buscas la primera parte, pincha aquí.
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Viviendo en un cruce de caminos, allá donde los viajeros sólo estaban de paso, ella escuchaba miles de historias que reconstruía en sus silencios con la imaginación. Pero, aunque su mundo físico era pequeño y estrecho, su mente volaba más allá de esos muros que la encarcelaban. Sólo hacía falta tiempo y decisión para que tomase el petate y se marchara.
ResponderEliminarUn beso
Gracias por aportar tu granito de arena, muy buena reflexión y enriquecimiento para la historia. un abrazo y buena semana.
ResponderEliminarMe gusta mucho.
ResponderEliminarMe alegra que te guste Lucas :) cuidadito con el frio. un saludo.
EliminarMe gusta más leído por tercera vez, Leonor.
ResponderEliminarCuidadito a ver si al final te pasa como con el chocolate, jajajajajaja es broma. Hay artículos que cuanto mas se leen gustan mas. un abrazo.
ResponderEliminarQué enigmático...
ResponderEliminarLo es y los lugares en los que hay cruces de caminos o un camino ocurren historias extrañas. un saludo y buena jornada.
EliminarMuy bueno.
ResponderEliminarGracias Andres, acabo de releerlo y me lo parece a mi también.
EliminarPrecioso.
ResponderEliminarGracias, buen finde :)
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