Mi madre me decía que vivimos vidas irreales. Estaba convencida. La vida real es un marido, una familia, ser adulta, como ella y como su madre antes que ella y como siempre fue.
Soy curiosa. Aproveché mis vacaciones elegidas para descuidarme a propósito. Muy a propósito. Tres semanas después me trasquilé un poquito. Me puse ropa lavada, eso si, pero de tercera mano. Y salí a la calle. Sin maquillaje. Sin cuidar. Casi parecía un poco sin ducharme.
Invisible. Había desaparecido de la ávida vista de los hombres, ya no era nada interesante ni nadie. Había desaparecido de la vista de mis vecinos, ni el portero sustituto en agosto me reconoció. Era invisible. Probé la apuesta fuerte, pasar ante mis propias dos tiendas. No, ni me miraron. Tampoco en un parque comiendo un bocadillo. En ningún sitio.
¿Quiénes son invisibles?
Los observadores. Los héroes. Los asesinos.
Empieza a seducirme la idea. Todavía no he elegido qué ser.
Imagen propia, bajo la misma licencia que el blog.
Soy invisible!! Yo elijo ser sobreviviente, una categoría más para sumar! 🌈🍀
ResponderEliminarBuena, Jaz.
ResponderEliminar¡Muy buena entrada! Por favor Guille, en asesino no... mejor héroe observador. O si lo prefieres, observador heroico. Besos :D
ResponderEliminarGracias, Margarita: igual no le da por elegir la opción "asesina" XD.
EliminarNo entiendo nada lo siento un abrazo desde el mar
ResponderEliminarLo lamento. Pero gracias igualmente por dejar un comentario, RECOMENZAR.
EliminarCon ser uno mismo y no lo que piensen o crean los demás me es suficiente.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias por tu acertado comentario, Ccasconm.
EliminarInvisible también son los que pierden y aquellos cuyas voces se silencian.
ResponderEliminarUn beso, Ricardo.
Muy puesto en razón, Ricardo. Gracias.
ResponderEliminarU mmmmm. ..Que interesante!
ResponderEliminarYo si pudiera elegir un super poder también sería invisible😅