Se puede viajar de muchas maneras, eso lo sabíamos, pero nuestro libro Días bisiestos nos está llevando a lugares que no podíamos imaginar.
El último viaje fue en un día no bisiesto ¿o sí? todavía estamos jugando a averiguarlo. Ester, con él entre las manos, nos llevó por las calles y las ramblas de la antigua Barcino, esa ciudad que Mendoza desgrana e inmortaliza entre sus páginas en "La ciudad de los prodigios"
El elogio al agua, suspendida en el vacío anclada a la roca sobre el lago es una perfecta escena para nuestra obra: lo imposible siempre es posible.
Las hojas del Monumento al libro de Joan Brosa, nos parecieron familiares y mágicas, las letras y los versos eran una sinfonía arrullada por la brisa. Nuestros ojos soñadores nos veían en la Feria del Libro firmando ejemplares.
El Gat de Botero nos ha servido de Cicerone: se conoce la ciudad al dedillo ya que ha estado vagabundeando por ella quince años, un rayo de sol nos ha calentado el espíritu y nos ha dado fuerzas. El gato nos ha pedido que si pasábamos por el aeropuerto le diéramos recuerdos a su hermano el caballo que trota por allí.
Nuestra visita acaba al amparo del mar: en Castelldefells, junto a la estatua de Lorenzo Quinn que se llama Dar y Tomar, y así mecidos por la brisa y el mar damos fin a un viaje inolvidable.
Gracias a Ester por la ruta y las fotos.
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En Amazon (si pincháis sobre la portada podéis leer varios relatos)
Imágenes cedidas por Ester bajo la misma licencia que el Blog.
¡Pero que maravilla de entrada! Gracias por compartir esas imágenes, es maravilloso ver a Dias bisiestos viajando, y en un sitio tan estupendo. Un beso muy gordo amigos :D
ResponderEliminarGracias Margarita es un placer viajar y que te guste. Esperemos que todos lleguemos muy lejos.
EliminarBuena idea esa de ver viajar a un libro, sobre todo si es propio...
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Carmen un viaje siempre es bienvenido. Un abrazo y buena semana.
EliminarMe ha llenado tanto la entrada que intentaré viajar con el mío, una ruta mágica quizás.
ResponderEliminarOs oigo vuestra entrevista, poco a poco, en el coche. De una manera u otra habéis entrado a formar parte de mi vida.
Besos, Ricardo.
Gracias Ricardo, es hermoso conocerse a través de nuestras obras y poco a poco de lo que compartimos en entrevistas y redes sociales. Al final es como un puzzle que construir poco a poco que al final cuando lo miras es un mandala de miles de colores y caminos donde convergemos todos. Un placer formar parte de tu vida y que seas parte de la nuestra. Un abrazo.
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