Me hubiera encantado estar en ese estreno. Mala suerte, fue temprano.



Me hubiera encantado, en el helado invierno de 1791, porque me se la letra de memoria (vamos, eso es facilote) y me da por canturrear. No soy un gran devoto de Mozart, conste. Pero su Requiem me persigue, implacable, a lo largo del breve trayecto de mi vida personal. Recuerdo haber llorado, lágrimas de esas gordas y amargas, viendo arder la Biblioteca de Sarajevo con el Réquiem como fondo. Puede que aún fuera joven, va a ser que no tanto, pero es una de esas imágenes que marcarán una vida. Locos, necios, imbéciles.



Ejem. Demos otra vuelta. El Réquiem es un oficio de difuntos, ya. Hasta aquí hemos llegado, carretera y manta. Curiosamente siempre me hizo eco una canción de Queen: "Who wants to live forever?"


Por si os apetece comparar, os dejo los enlaces. Y si no, todos a veces tenemos la necesidad de contar cosas un poco enfadados para seguir siendo "amables y racionales" cotidianamente.

https://www.youtube.com/watch?v=WNKHUwGWr1c&t=464s

https://www.youtube.com/watch?v=Z1waL65aMOQ



Comentarios

  1. Recuerdo las imágenes en un telediario del mediodía entonces no tenían sentido. Ahora que tengo en mi haber más años y más bibliotecas, cada vez que veo una desaparecer algo en mi se estremece. Gracias por compartir Guille un beso en la nariz.

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    1. Muchas gracias. Era un 26 de agosto de 1992, y quien dio la orden se llamaba Nikola Koljevic, profesor universitario especialista en Shakespeare. El resto, por hoy, sea silencio. Muuuuacccs.

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  2. ¡Hola Guille! Me voy a meter en esos enlaces. Y por cierto, totalmente de acuerdo con lo de que a veces hay que contar cosas un poco enfadados para seguir siendo amables y racionales.

    Besos :D

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    1. Gracias, Margarita. Eres muy amable. Te responderé mejor cuando se nos pase el trancazo, pero -por supuesto- quería agradecerte las palabras. Y mañana, juernes XD

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