La primera vez que nos encontramos, no tenia más de ocho años y aquel libro tenia un titulo que me produjo curiosidad. Como una sirena podía llegar a ser anciana. Miré el libro y se lo devolví a su dueño, me pareció una cima difícil de alcanzar, pero no me olvidé de aquel título ni del nombre de su autor: José Luis Sampedro.
Algunos años después, el doble de los que tenía la primera vez, nos encontramos en una biblioteca. Acaricié su lomo y descubrí la misma sirena, y el mismo autor esperándome para viajar.
Le siguieron la sonrisa etrusca, real sitio, y otros tantos, entonces no teníamos tan a mano internet y aquel hombre que aparecía en la contraportada, un economista con muchos estudios y edad, era todo un misterio. Rompía mis esquemas una y otra vez, en cada una de sus novelas y sus palabras me acompañó en los malos y mejores tiempos.
Hoy hace cuatro años que nos dejó, y es el día en el que se más de él por las entrevistas que ha dado, por sus luchas, por sus novelas y frases que quedarán para la posteridad, y quienes vendrán.
No tengo palabras para agradecer todo lo que sigo aprendiendo de sus enseñanzas, la suerte que he tenido en conocer su obra y vivir a través de sus letras. Ellas son parte de mi vida y me han hecho mejor persona.
Por eso cuando me piden que les recomiende una lectura, siempre está presente. Gracias José Luis por todo lo que nos diste, das y darás.
Imagen propia bajo la misma licencia que el Blog.
Un artículo genial. Enhorabuena. Me ha encantado.
ResponderEliminarGracias Guille :)
EliminarGracias a José Luis Sampedro y a ti por esta estupenda entrada.
ResponderEliminarBesos
Agradecida por tu comentario Ambar, buena semana y mejor finde. Un abrazo.
Eliminar¿Puedes creerte que me encanta este autor y solo he leído de él La sonrisa etrusca? Me anoto éste para leerlo también. Me ha encantado la entrada.
ResponderEliminarMuchos besos :D
Gracias Margarita, cuando te lo leas comentamos, si te gusto la sonrisa etrusca seguro que te encantara la vieja sirena. Un abrazo.
Eliminar