Nunca sucede de la
misma manera y en ocasiones quien lee no es consciente más que objetivamente de
lo sucedido. Los primeros encuentros pueden ser deseados, ya que alguien nos
habló muy bien, o quizá nuestro buen juicio o intuición a través de un guiño
nos empuja a una buena aventura.
En ocasiones el
morbo por lo desconocido nos lleva a días y noches entre páginas en busca de
placer. Las primeras experiencias con los libros dejan buenos recuerdos, noches
sin dormir, lecturas clandestinas en los sitios más insospechados. Dicen que
hay dos cosas con las que nos acostamos: con nuestra pareja, y con un buen
libro.
Un buen libro es un
gran compañero de viaje, ya sea de aventuras, yendo al trabajo, de noches solitarias, en
malos y buenos momentos, sin exigir nada a cambio.
Comenzamos la
lectura con el ansia de vivir y sentir
alegría, miedo, de llorar con los dramas, de reír y emocionarnos entre sus páginas. Cuando lo cerramos
lo acariciamos como solo se hace con un
amigo del alma. Sabiendo que algún día volveremos a reencontrarnos, sabiendo
que nosotros hemos cambiado, y aunque él no, descubriremos matices y nuevas
experiencias.
En algún momento
quizá la cubierta del libro, un olor, una parte de la historia, ciertas
palabras hagan que subjetivamente
recordemos que ya leímos, que no es el primer encuentro. Hay quien recuerda el
momento en el que lo leyó: un viaje, otro lugar en el que vivió, en compañía de
otras personas. Hasta si lo hizo en varias ocasiones.
Los reencuentros
literarios pueden ser de muchos tipos: en ocasiones, al releer la historia
redescubrimos tramas olvidadas que nos sorprenden, o recordamos que nos
identificamos antes con algún personaje por alguna situación por la que pasamos
o estábamos pasando.
Los libros nos
muestran matices de mundos acompañándonos en el nuestro propio. Leer solo o en
compañía, volver a releer antiguas lecturas es un don, la oportunidad de volver
a descubrirnos a nosotros mismos
Fuente de imagen: Wikipedia, creative commons.
Creo que tenemos libros amigos. Los que siempre nos esperan y, a veces, nos consuelan o nos enseñan.
ResponderEliminarBuenas palabras y acertadas. un saludo.
EliminarUn buen libro es un amigo, no importa que lo hayamos leido muchas veces.
ResponderEliminarSi Alodia no hay nada como leer releer y disfrutar de su compañía. un saludo por cierto feliz día del libro para todo el mundo.
EliminarPerfecto.
ResponderEliminargracias :)
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